Por fin llega diciembre, llega Navidad, esa época de gastos sin control y de compras, compras, compras... y nosotras desde la librería vemos como una gran parte de la sociedad considera los libros como ese regalo de último recurso que no queda más remedio que comprar porque el niñ/@ a los 7, 8 , 9... años ya tiene de todo.
Cierto es que cada vez más padres se preocupan por la calidad y la cantidad de lo que reciben sus hij@s como regalos, porque después de años de consumismo desaforado nos estamos empezando a dar cuenta de que no vamos por el buen camino. Hemos conseguido que nuestros hij@s lo quieran TODO y lo quieran YA, y no parece que eso sea una buena base para ser felices y para aprender a disfrutar de la vida.
Y creo que una de las mejores cosas que podemos hacer por ell@s es rodearlos de libros, que no siempre tienen que ser comprados, porque para eso hay bibliotecas, sesiones de cuentacuentos, talleres de lectura, etc.
Razones hay muchas y muy variadas para ponerle a un niñ@ un libro en las manos, pero puedo enumeraros algunas: le abrirá y enriquecerá la mente y el espíritu, le hará libre porque le ayudará a tener criterio, a ser solidario, tolerante, imaginativo, generoso; le enseñará a disfrutar del arte porque eso es lo que son muchos de los libros que se editan, pequeñas o grandes obras de arte; nunca estará solo ni se aburrirá porque un libro hace compañía, entretiene, divierte...en fin, hay mil y una razones para leer, cada uno que escoja la suya. Yo puedo daros la mía, yo leo porque sí.
Hace 2 semanas